06 Feb Ejercicios de español para extranjeros pseudoimprovisados (Parte 2)
En un artículo anterior hablamos sobre ejercicios de español para extranjeros que podemos llevar al aula sin prácticamente nada de materiales. En ese artículo nos centramos en las destrezas de interacción oral y expresión oral, por lo que en esta entrada centraremos nuestra atención en actividades y dinámicas para desarrollar la expresión escrita empleando tan solo boli y papel. De la misma manera que la entrada anterior todas estas actividades pueden aplicarse en diferentes momentos de la sesión en función del lenguaje objetivo que trabajemos, el nivel y el límite temporal que establezcamos.
Ver: Ejercicios de español para extranjeros pseudoimprovisados parte 1
El ahorcado (pizarra y rotulador)
Es un clásico. Si bien es cierto que no es la actividad más motivadora que podamos llevar al aula y los chicos han jugado muchas veces a ella, esto también presenta sus ventajas: muchos de ellos conocen su funcionamiento y podrían explicarlo a aquellos que lo desconozcan, y también es una actividad que sirve para trabajar la precisión puesto que los estudiantes verán la grafía correcta y la descubrirán letra por letra. Por si alguno de los lectores no conociera la dinámica de la actividad paso a explicarla brevemente:
Si estamos trabajando léxico de ropa, por ejemplo, tantas hacemos líneas horizontales en la pizarra como letras tenga esa palabra. Los alumnos, por turnos, van diciendo letras y si la letra está contenida en la palabra la escribimos en el lugar correspondiente, si no lo estuviera empezaríamos a dibujar un hombre colgado de una horca de manera esquemática. Cuando completamos el dibujo del hombre los estudiantes han perdido mientras que si adivinan la palabra el estudiante que lo haga recibirá un punto y pasará a ocupar nuestro lugar en el juego. Para potenciar el empleo de la expresión oral y así integra varias destrezas podemos pedirle al estudiante que haya acertado que haga una frase con esa palabra. Pongamos que la palabra escondida era “chaqueta”, el alumno podría decir “Llevo chaqueta en una fiesta formal”.
Podemos establecer una puntuación y el primero en alcanzarla será el ganador de la competición.
Trivial (papel y boli)
Este también es un juego muy popular y nos puede conducir a una producción muy divertida tanto si se hace por equipos como si se hace individualmente. Acepta multitud de temática y en función del tiempo que queramos emplear en ella podemos establecer categorías por colores, como hace el juego original, o simplemente marcar una temática y proponer a los estudiantes que escriban un número determinado de preguntas. Mientras los chicos estuvieran escribiendo las preguntas pasaríamos haciendo una labor de monitorización para atajar los errores a través de una corrección por inferencia. Después pasaríamos a hacer la ronda de preguntas, pero para hacerla más interactiva indicaremos que para responder es necesario levantarse, de manera que el primero en hacerlo será quien pueda responder, en caso de dar la respuesta correcta recibirá el punto, en caso de no darla deberá sentarse y habría rebote para los demás alumnos.
Pictionary (papel, boli, pizarra y rotulador)
Es verdad que no es la actividad más innovadora del mundo pero siempre funciona: sube la energía de los estudiantes, promueve su parte creativa y activa diferentes estrategias comunicativas. En la dinámica primero les propondríamos escribir alguna frase relacionada con el objetivo de la sesión, después les pediríamos que la dibujasen en la pizarra. De manera opcional podemos introducir un elemento competitivo, por ejemplo, si tenemos adolescentes.
Relato con sonidos (papel y boli)
Implicar diferentes sentidos en el aprendizaje aumenta el alcance y la profundidad del mismo y si además podemos relacionarlo con un sentido pedagógico mejor aún. Con esta actividad proponemos hacer un uso creativo del sentido del oído para generar una producción escrita. Dividimos la clase en parejas o tríos y producimos una serie de sonidos (entre cinco y siete es suficiente), por ejemplo: golpes a la puerta, pasos, una puerta que se abre, una risa, un aplauso y un golpe seco para terminar.
A través de estos estímulos sonoros que podemos hacer sin ninguna otra herramienta que nuestras extremidades y los elementos típicos de una clase, les pedimos que creen un historia a partir de ellos. Les podemos dar más o menos tiempo en función del nivel en que nos encontremos. Después pedimos que representen la historia en los mismos grupos que la han escrito y que realicen los sonidos en el momento oportuno.
Como actividad extra resulta muy motivador proponerles que creen su lista de siete sonidos y que la pareja que tienen a la derecha cree una historia basándose en ellos.
Estas son solo algunas ideas, si estáis interesados en conocer más actividades que conlleven poca preparación y que tengan una buena aceptación en el aula, podéis visitar nuestra entrada anterior.
Hay muchas ideas para preparar ejercicios de español para extranjeros que no requieren mucha preparación. ¿Qué actividades se te ocurren a tí? ¡Síguenos en Facebook y déjanos tu opinión a través de un comentario!