Entrevista con Javi, Director del curso de Formación de profesores de ELE - LAE Formacion
994
post-template-default,single,single-post,postid-994,single-format-standard,woocommerce-no-js,ajax_fade,page_not_loaded,,columns-3,qode-product-single-tabs-on-bottom,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-16.3,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-7.0,vc_responsive
 

Entrevista con Javi, Director del curso de Formación de profesores de ELE

Entrevista con Javi

Entrevista con Javi, Director del curso de Formación de profesores de ELE

Os abrimos una ventana a la vida profesional de Javi, nuestro jefe de estudios del curso y formador. Javi sabe por su propia experiencia lo que significa ser profesor de ELE fuera de España. Si os interesa su visión sobre esta experiencia, seguid leyendo.

¿A qué te dedicabas antes de ser profesor de ELE?

Desde que estaba en el instituto ayudaba a los chicos de mi barrio con los deberes: hacíamos un poco de todo, pero sobre todo lengua, sociales y matemáticas (aunque nunca fueron mi fuerte). También cuidaba a los chicos en las reuniones del AMPA (todavía APA por aquel entonces). Después empecé la universidad y me independicé, por lo que empecé a necesitar ingresos de verdad. Estuve una temporada larga compaginando la hostelería con algunos estudiantes particulares de lengua (con la Selectividad los chicos se ponen nerviosos y necesitan clases de apoyo).

Cuando acabé mi licenciatura en Historia en la UAM, hice el CAP en la UCM y la hostelería perdió su sentido, así que me fui a Marsella a buscarme la vida. Fue ahí donde empecé a trabajar como profesor de ELE con algunos estudiantes particulares. El caso es que me gustó mucho y me pareció mucho más gratificante que mis experiencias anteriores como profesor. Tras un año allí decidí volver a Madrid y hacer un curso de especialización como profesor de ELE.

¿Dónde has trabajado como profesor de español?

Desde que volví a España no me ha faltado trabajo. Empecé en una pequeña escuela en Gran Vía. Allí aprendí mucho sobre el día a día de un profesor, descubrí nuevos métodos y preparé a mis primeros alumnos para el famoso DELE (con un muy buen porcentaje de éxito todo sea dicho), Desarrollamos una serie de actividades culturales con los chicos donde hacía unas visitas guiadas por Madrid explicando a los estudiantes la historia y la cultura de mi ciudad, cosa que me encanta.

De ahí pasé a otras escuelas pequeñitas, como Contacto o William’s School. Tras esta etapa llegué a EF, que era todo lo contrario, una multinacional de la educación de idiomas, algo nuevo para mi. Fue una experiencia interesante porque trabajé con una nueva tipología de estudiantes ademas de entrar en contacto con muchos medios técnicos y organizativos interesantes.

Sin embargo, he de decir que tampoco me encontraba a gusto. Tal vez por las dimensiones de la empresa que la hacían más fría de lo que me habría gustado.

Cuando me llamaron de LAE y vi la idea de escuela que se maneja aquí, la verdad es que no me lo pensé dos veces. Tiene el tamaño perfecto: no es una escuela de barrio pero tampoco es una multinacional. Es lo que es, un centro de idiomas especializado en ELE con cada vez más estudiantes, pero no por ello aulas masificadas. Y eso es garantía de calidad.

¿Qué ha supuesto para ti ser profesor de ELE?

Pues, para empezar, conocer mejor mi cultura, pararme a pensar por qué hacemos las cosas que hacemos en España. Nunca te paras a pensar en eso porque lo tienes normalizado, pero cuando tienes que responder a tus estudiantes, ellos esperan una respuesta.

Otra cosa muy importante ha sido cómo el estar en contacto con personas de muchos países y culturas diferentes me ha hecho abrir más mi mente, aceptar muchas cosas sin juzgarlas, sino que simplemente hay que respetar. Asimismo he desarrollado mucho mi capacidad de liderazgo y mi empatía. He aprendido cómo trasmitir confianza a una persona insegura. Verla crecer en lo personal y lo académico es muy bonito, una de esas cosas gratificantes de verdad.

¿Qué es lo que más te gusta de ser profesor y enseñar español?

Ser profesor de español significa vivir en un proceso de formación continua, y esto me ha convertido en una persona todavía más inconformista. Me encanta experimentar la sensación de que puedo aprender todos los días cosas nuevas, de cualquier compañero o estudiante, o incluso de mi mismo. Este trabajo es muy bonito y enriquecedor. En mis clases, uso mucho desafíos para motivar a mis estudiantes. Creo que la razón es que encuentro en los retos mi propia motivación. Por eso, aprovecho siempre que la vida me brinda uno. Aceptarlos y alcanzarlos me hace sentir vivo. No podría tener un trabajo de funcionario. Esto es lo mío.

 

Si os ha gustado conocer un poquito más sobre nuestro formador Javi, también puedes visitar las entrevistas de Héctor, Teresa y Belén.